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Dietas anti-cólicos?

Dietas anti-cólicos?

Si eres una mama que está realizando lactancia materna con su bebé, y resulta que éste tiene cólicos, probablemente ya has dado con la teoría que hay que controlar lo que una come.

Existe un mito que dice que todo lo que una madre come lo pasa a través de la leche materna a su pequeño. Por ejemplo, al comer productos que generan gases, la leche puede traspasar ésta misma particularidad. Ésta fue la situación en la que me encontré yo cuando daba pecho a mi hija, dónde me sacaron todos los lácteos, los vegetales verdes y legumbres.

Sin embargo, vale la pena ver si realmente es así. Ya que a día de hoy no hay ningún estudio que corrobore que así sea. Las mamás tenemos la tendencia a inculparnos cuando nuestro peque se encuentra mal. Pero en este sentido ya no somos solo nosotras, sino que además la sociedad y los falsos mitos parece que lo corroboren.

Con mi primera maternidad recuerdo que dejé de comer de todo: coliflor, judía verde, lechuga, garbanzos, lentejas… acabé que solo podía comer arroz y pollo. Y la verdad, fue muy duro porque… ya suficientemente duro es el postparto como para encima ponerle más trabas.

Cada vez existen menos artículos que hablan de como los alimentos producen gases, así que entiendemos que poco a poco vamos normalizando y siendo más estrictos con lo que se ha verificado.

 

El pediatra Carlos González (Presidente de ACPAM (Asociación Catalana Pro Amamantamiento Materno) dijo lo siguiente:

“La leche materna es la vía por la que los bebés se acostumbran a reconocer y apreciar los sabores de la dieta. Por tanto, lo mejor es que la madre coma de todo (de todo lo que suele ella comer, por supuesto; tampoco hace falta iniciarse en la cocina malaya o en la nigeriana), y así el bebé se acostumbra a lo que más tarde comerá con su familia.

 

No se ha hecho, que yo sepa, ningún estudio sobre las legumbres y los gases. Ni creo que se haga, porque el mito es tan insostenible que no vale la pena hacer estudios

 

Las legumbres producen gases porque contienen polisacáridos no absorbibles que pasan al intestino grueso, donde son fermentados por las bacterias. Si esos polisacáridos no son absorbibles, no pueden pasar a la leche. Y el gas en sí tampoco puede pasar a la leche. El único modo de pasar desde el intestino a la leche sería a través de la sangre: de una sangre con burbujas y una leche con burbujas. Y no, en la leche no hay gas.”

 

Kusi Wawa trabaja con profesionales y centros de referencia para el cuidado del bebé en todo España;  Carolina, una asesora de lactancia del centro Fisio Lacta en Sabadell, nos comenta lo siguiente:

“En cuanto a dietas, lo único que tenemos más comprobad es que parece que el sabor sí puede verse alterado/modificado por ciertos alimentos, pero no quiere decir que suponga un problema. En principio, el bebé está acostumbrado a la dieta de la madre ya durante el embarazo, donde a través del líquido amniótico va conociendo los sabores de la alimentación de la madre. Carlos González dice que el solo conoce uno que se realizó sobre el ajo y el resultado fue que la leche olía a ajo, pero a los niños les gustaba. Entonces, la información que tenemos en estos momentos es que si puede cambiar el sabor pero no tiene por qué molestar al niño. Lo que sí está claro es que no le perjudica, todo lo contrario, le hace aprender a probar diferentes sabores de la dieta familiar.

Debemos tener cuidado con culpabilizarnos a la hora de dar pecho porqué las madres tenemos un componente ‘masoquista’ o ‘culpabilizante’ y cuando observamos un comportamiento diferente en el bebé lo primero que solemos pensar es en que hemos hecho nosotras para que el bebé actúe así, y si damos teta, el pensar si hemos comido o bebido algo que pueda responder a ese comportamento es muy muy frecuente. A veces acertamos, pero en otras estamos dejando pasar otros aspectos. Hay que observar al bebé y ver qué otras cosas han podido influir en ese comportamiento (calor, frío, sueño, tiempo entre tomas, visitas, estímulos…etc).”

 

El único alimento que tenemos constancia que puede generar problemas con el recién nacido es la ingesta de lácteos. Pero no es un tema de generación de gas sinó un tema de intolerancias o alergias a la proteína de la vaca.

 

Para ver si realmente hay que dejar de consumir lácteos será importante hacer un período de test. Deja de tomarlos por unas dos semanas y observa si su comportamiento mejora. Si no ves una mejora, entonces los cólicos sin duda no provienen de la leche por lo que ya puedes volver a ingerirlos. Si ves que realmente tiene menos episodios de llanto, apúntalo y coméntalo al pediatra. Cuando sea mayor y ya no tome pecho, puede ser una información interesante a la hora de decidir qué leche darle.

 

Es por esta razón que vemos que, en cualquier caso, la dieta de la madre se debe variar muy poco. Si te da la sensación que al comer algo distinto tu bebé reacciona peor, tienes que dejar pasar un tiempo y volverlo a comer observando si tiene la misma reacción. Solo así, sabrás si realmente está incómodo por la comida.

 

De echo, en Kusi Wawa creemos que el cólico no es un tema puramente intestinal. Al revés, es una mezcla de dolor intestinal con un componente muy emocional. Los bebés llegan al final del día cargados de estímulos y están cansados. No saben como gestionar estas sensaciones y rompen en el llanto desesperado. Es por esto, que muchas veces poco tiene que ver con lo que ingieren.

Si tu bebé tiene cólicos lo mejor que puedes hacer lo siguiente:

- Sigue unas rutinas muy marcadas, que favorezcan el descanso del bebé

- Portea mucho. Permite que el bebé esté más relajado a lo largo del día

- Realiza masajes anticólicos durante la mañana

- Cuando el bebé rompa en llanto, aplica el Método Kusi Wawa.

El método Kusi Wawa combina la aplicación de calor en la tripita del bebé para aliviarle el dolor con la aromaterapia para relajar y el contacto. Al combinar todos estos aspectos, el bebé se relaja y conseguirás que deje de sufrir.

Si te interesa y quieres conocer más sobre el Método Kusi Wawa, haz click aquí.


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Publicado por:

27/09/2016

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