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El empoderamiento de la maternidad

El empoderamiento de la maternidad

Desde hace mucho tiempo que la maternidad se había dibujado como pura ternura. Debido a ello, se ha creado una idea equivocada de lo que es ser madre. Sí que es ternura, pero yo personalmente creo que jamás había sido tan fuerte como ahora ( que soy mamá). Hoy día ya muchas explicamos y compartimos estas reflexiones, por lo que no soy la primera ni seré la última. Pero, sí que es verdad que a veces llegamos a la maternidad con ideas equivocadas de lo que será. Con una idealización de ésta que no corresponde a la realidad.

 

Y no es que todo lo que digan no sea cierto, sino que sí que lo es, pero no el 100% del tiempo. Es decir, la maternidad es ternura. ¡Es pura ternura! Cuando ves a tu hijo por primera vez, cuando lo coges en brazos, cuando le das pecho. No hay nada más tierno que esto. Pero evidentemente no es todas las horas del día. Son momentos. Porque luego, en otros momentos tienes mucho sueño, o incluso te duele todo. O te sientes triste porqué hormonalmente vives en un tiovivo. O el bebé llora y tu te mueres por dentro. Y lo importante de todo esto es que tenemos que ser fuertes, entender la realidad como es, para que los momentos tan tiernos, tan felices podamos disfrutarlos al máximo.

Cuando hablamos de empoderamiento, yo entiendo que estamos hablando de esto. Estamos definiendo nuestras reglas. Y todo esto empieza en el embarazo. Somos fuertes, somos inteligentes y podemos decidir. Debemos acceder a toda la información que necesitamos para tomar nuestras mejores decisiones. Debemos permitirnos hacer las cosas a nuestra manera, lo que nos va a hacer felices. Y, sin duda, el entorno debería respetárnoslo.

Qué pasa una vez nace el bebé. Sin duda, pasáis a ser uno más. Una pequeña personita, que acaba de nacer; con sus necesidades, sus miedos… y sí, es un cambio brutal. Todos os tenéis que acostumbrar a la nueva rutina. Pero si yo os tuviese que dar un consejo os diría que penséis bien cómo queréis que sea esta rutina y penséis bien dónde queréis tener ayuda y dónde no. Hacedlo a vuestra manera. Tenéis que ser vosotras las que marquéis el compás… porqué solo vosotras sabéis lo que necesitáis y solo vosotras vais a tener el instinto. Está claro que las mamás que ya hemos tenido un hijo antes cada vez tenemos más claro esto y lo aplicamos mucho más. Pues la experiencia es un grado, claro está.

Incluye a tu pareja. Inclúyelo mucho. Explícale qué necesitas de él o ella. Que sepa lo que realmente necesitas. Pero, si él o ella no puede ayudar en algo que tú necesitas, no lo asumas. Pide ayuda. Pide ayuda a un profesional. Por ejemplo, si tienes problemas con la lactancia, acude a un profesional de la lactancia. Si el bebé llora y puedes ayudar a aliviarlo, hazlo. Si te encuentras mal, acude a tu médico de cabecera. En fin, cosas tan básicas que desarrollas en el día a día pero que cuando entran dentro del prisma de la maternidad; como pasamos a segundo plano, no hacemos.  

Incluye a tu familia, pero ten en cuenta que las reglas las pones tú. No dejes que nadie te diga qué debes hacer ni como hacerlo. Esto solo te provocará peleas entre la pareja (porqué no eres tú) y mucho malestar interno. Deja claro lo que quieres y cómo quieres hacerlo. A veces, es uno de los puntos que más cuesta. Pero, igual que con tu pareja, debes llevar las riendas tú de cómo vas a maternar.

 

Móntate la vuelta al trabajo lo mejor que puedas. Sin cargos de conciencia. Hazlo lo mejor que puedas porqué ahora tu peque te necesita. Cuando sea mayor, te seguirá necesitando, pero sin tanta intensidad. Así que aprovecha este momento ahora. Porqué a parte de necesitarte ellos, tu lo necesitas también. El tiempo vuela. De verdad. Aunque los días parezcan largos y las noches eternas; el tiempo vuela. Y en dos días tu bebé será un niño mayor. Y empezará el cole. Así que vívelo como tú quieras y disfrútalo mucho.  Porqué eso será lo que llevarás en el corazón el resto de tu vida.

Y ayúdate. Ayúdate a estar en una situación en la que puedas disfrutar de todo con toda su intensidad. Permítete vivirlo al 100%, sin miedos. Haz fotos. ¡Muchas fotos! No sabes las veces que las volverás a mirar y no te creerás lo pequeño que era (¡y lo joven que te ves tú! Jeje). La vida es maravillosa, y hay que saber vivirla. De la misma manera, planifica y vive TÚ MATERNIDAD.

www.kusiwawa.com

 

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